martes, agosto 23, 2005

Granada, 2002. Es una de mis ciudades favoritas. Por muchas razones, demasiados recuerdos y muy entrañables. Este bar me encantaba. No solo por el nombre "El rincón de Contreras", sino por las tapas. Comprar El Ideal bien temprano, unas cervezas al fresco a mediodía. Un buen codillo en el Kudamm o un choricillo a la brasa en Los Poetas. Nostalgias de 091, del rock & roll, de la calle Recogidas, del Sacromonte. De tantas y tantas cosas que me ahogan los recuerdos. Los quiero todos siempre conmigo. Llevo a Granada siempre dentro de mi corazón. Vuelvo cada vez que puedo.